Lectura de hoy
¿Qué sucedería si Dios…?
Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces...
REFLEXIÓN
¿Qué sucedería si Dios instalara un contestador telefónico automático en el cielo? Imaginémonos...
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Estudio Bíblico de la semana
A.03.- El Jesús histórico
Este estudio demuestra con claridad que Jesús es el Mesías esperado y el Hijo de Dios. Se citan las profecías más conocidas del Antiguo Testamento cumplidas en Jesús 400 o más años después. ... |
Caballito de palo
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Al obedecer a la verdad, mediante el Espíritu, habéis purificado vuestras almas para el amor fraternal no fingido. Amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro… 1 Pedro 1:22
Reflexión
Un padre llevó a su hijito a un largo paseo por el bosque. Como era pequeño, le llevó sobre sus hombros por mucho rato. Luego le puso de pie y le dijo que tendría que caminar hasta la casa. Al rato el pequeño lloraba porque estaba muy cansado, demasiado cansado para dar un paso más.
El padre cortó un palito y lo limpió muy bien de toda astilla mientras el niño observaba. Al terminar, dijo: «Mira, hijo, aquí tienes tu propio caballito para que te lleve a casa». Encantado, el niño se montó sobre su caballito y felizmente llegó a casa. Y en casa dio vueltas por todo el jardín hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.
Mis queridos hermanos y amigos, a veces nuestro Padre nos lleva y a veces nos deja caminar y muchas veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por Él, nos ofrece un caballito – una idea, una promesa, una canción nueva, un cariño, una oración intercesora, lo que sea, y sobre ese corcel llegamos a la meta. ¿Necesitamos un caballito? ¿Otro hermano está necesitando un caballito? Ofrezcámoselo con ternura así estaremos sirviendo al hermano y a nuestro Padre.
Que Dios te bendiga
El padre cortó un palito y lo limpió muy bien de toda astilla mientras el niño observaba. Al terminar, dijo: «Mira, hijo, aquí tienes tu propio caballito para que te lleve a casa». Encantado, el niño se montó sobre su caballito y felizmente llegó a casa. Y en casa dio vueltas por todo el jardín hasta que tuvo que ir a bañarse y acostarse, ya rendido.
Mis queridos hermanos y amigos, a veces nuestro Padre nos lleva y a veces nos deja caminar y muchas veces creemos que ya no podemos más cuando alguien, movido por Él, nos ofrece un caballito – una idea, una promesa, una canción nueva, un cariño, una oración intercesora, lo que sea, y sobre ese corcel llegamos a la meta. ¿Necesitamos un caballito? ¿Otro hermano está necesitando un caballito? Ofrezcámoselo con ternura así estaremos sirviendo al hermano y a nuestro Padre.
Que Dios te bendiga