Lectura de hoy
¡No te rindas!
Habacuc 3:17-19
»Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del...
REFLEXIÓN
Era mitad del siglo XIX y se escuchaba en las oficinas de la Escuela Primaria de un pequeño...
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Estudio Bíblico de la semana
G.03.- Los números en la Biblia
Estudio que analiza el simbolismo de los números en la Biblia ... |
Por un dólar
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Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. Juan 13:15
Reflexión
Hace años un predicador se mudó para Houston, Texas. Poco después, se montó en un autobús para ir al centro de la ciudad.
Al sentarse, descubrió que el chofer le había dado un dólar de más en el cambio. Mientras consideraba qué hacer, pensó para sí mismo, “Ah, olvídalo, es solo un dólar ¿Quién se va a preocupar por tan poca cantidad?, de todas formas la compañía de autobús recibe mucho de las tarifas y no lo echarán de menos. Acéptalo como un regalo de Dios.”
Pero cuando llegó a su parada se detuvo y pensando de nuevo, decidió darle el dólar al conductor diciéndole, “Tome, usted me dio este dólar de más.”
El conductor, con una sonrisa le respondió, “Sé que eres el nuevo predicador del pueblo. He pensando regresar a la iglesia y quería ver qué iba a hacer usted si yo le daba demasiado cambio”.
Se bajó el predicador sacudido por dentro y dijo: “Oh Dios, por poco vendo a un hijo tuyo por un dólar.”
Mis queridos hermanos y amigos, nuestras vidas serán la única Biblia que algunos leerán, así que no olvidemos ser ejemplo en todo los que hacemos. No solamente Dios nos mira todo el tiempo, también nos miran aquellos que de una forma u otra, están inquietos en sus vidas y desean cambiar para mejor. En la mayoría de las ocasiones nuestro buen testimonio de vida es la mejor predicación que se puede dar. Como decía Francisco de Asís: “Prediquen el evangelio por doquier, y si es necesario usen palabras.”
Que Dios te bendiga
Al sentarse, descubrió que el chofer le había dado un dólar de más en el cambio. Mientras consideraba qué hacer, pensó para sí mismo, “Ah, olvídalo, es solo un dólar ¿Quién se va a preocupar por tan poca cantidad?, de todas formas la compañía de autobús recibe mucho de las tarifas y no lo echarán de menos. Acéptalo como un regalo de Dios.”
Pero cuando llegó a su parada se detuvo y pensando de nuevo, decidió darle el dólar al conductor diciéndole, “Tome, usted me dio este dólar de más.”
El conductor, con una sonrisa le respondió, “Sé que eres el nuevo predicador del pueblo. He pensando regresar a la iglesia y quería ver qué iba a hacer usted si yo le daba demasiado cambio”.
Se bajó el predicador sacudido por dentro y dijo: “Oh Dios, por poco vendo a un hijo tuyo por un dólar.”
Mis queridos hermanos y amigos, nuestras vidas serán la única Biblia que algunos leerán, así que no olvidemos ser ejemplo en todo los que hacemos. No solamente Dios nos mira todo el tiempo, también nos miran aquellos que de una forma u otra, están inquietos en sus vidas y desean cambiar para mejor. En la mayoría de las ocasiones nuestro buen testimonio de vida es la mejor predicación que se puede dar. Como decía Francisco de Asís: “Prediquen el evangelio por doquier, y si es necesario usen palabras.”
Que Dios te bendiga