Lectura de hoy

Como los árboles de California

1 Corintios 12:26-27

Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...

REFLEXIÓN

Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...

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Estudio Bíblico de la semana

F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

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El faro

Publicación:  jueves 3 diciembre 2020   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Otra vez Jesús les habló, diciendo:
—Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12


Reflexión

Un capitán y su tripulación viajaban en medio de una terrible tormenta durante una oscura noche. Pasaron así varios días en altamar. El pequeño barco era golpeado insistentemente por las olas y el viento, y se mecía casi hasta volcarse mientras toda la estructura crujía y se retorcía hasta que parecía despedazarse. Habían perdido los instrumentos y no sabían siquiera donde se encontraban.

En medio de todo esto el capitán no hacía más que gritar y maldecir, gritando a Dios y reprochándole todo lo que pasaba y porque según él habían sido abandonados por Dios. Tomado firmemente del timón en la proa, gritaba a los truenos, los relámpagos y al cielo al saberse perdido.

En ese momento, un marinero dejó su puesto y corrió donde el capitán quien le reprendió fuertemente en medio de la tormenta y la lluvia.

- “Por qué dejas tu puesto! Podemos perder el mástil”, le gritó el Capitán.

A lo que el marinero contesta:

- “Lo sé señor! Es que hace más de 10 minutos se vislumbra la luz del faro del puerto. Pero usted no la ha visto por estar gritando.”

Mis queridos hermanos y amigos, cuantas veces no vemos la ayuda de Dios por quejarnos constantemente de todo lo que tenemos o de lo que no tenemos.  Tal vez Dios no nos de una vida sin tormentas, pero podemos estar seguros de que siempre, en medio de la más cruel y feroz tormenta, Él estará presente con su luz mostrándonos el camino y recordándonos que se encuentra siempre a nuestro lado. Nada está oculto a Dios ni nada se le escapa de Su atención… por eso es el Señor.

Que Dios te bendiga