Lectura de hoy

A mi vecino

Mateo 7:12

Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced...

REFLEXIÓN

Cuenta un amigo la siguiente historia: Una noche vino un hombre a nuestra casa y me dijo:...

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F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

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Nominada a Premio de Paz

Publicación:  jueves 22 octubre 2020   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



El rey habló a Daniel y le dijo: Tu Dios, a quien sirves con perseverancia, El te librará. Daniel 6:16


Reflexión

Nada Zabet, una mujer egipcia pionera en su país a favor de los derechos de los niños con retraso mental, esperaba recoger, en el año 2005, el Premio Nobel de la Paz junto a sus 999 compañeras que componían la iniciativa "Mil Mujeres para el premio Nobel de la Paz".

Zavet, fundadora de la Asociación Pueblo de la Esperanza, en la zona de Borg El- Arab al oeste de Alejandría, es la única egipcia entre las 53 mujeres árabes incluidas en la lista.

Su odisea empezó hace 25 años cuando dió a luz a su hijo Maged, con graves retrasos mentales. El niño, de aspecto físico aparentemente normal, tenía problemas con todos los sentidos, excepto el oído.

“El mayor impacto de mi vida fue cuando descubrí que mi hijo era retrasado mental. Nunca pensé que gracias a él, podría ser galardonada con un premio Nobel” reconoció Zabet a la cadena noticiosa EFE, aún sorprendida y alegre por la designación. Fue entonces cuando comenzó un largo camino, que ella recuerda como difícil y lleno de dolores.

“La mayor dificultad que afronté fue la ignorancia de la gente y su incapacidad para diferenciar entre un retrasado mental y un enfermo psíquico” Admitió Zabet con pena.

Junto a Murad, su marido, Zabet comenzó entonces a tocar todas las puertas en Egipto, Europa y Estados Unidos en busca del mejor tratamiento para que Maged creciera como un niño normal. Su perseverancia, su amor por Maged y su preocupación por todos los niños con problemas similares, cristalizó en el año 2000 con la fundación de Pueblo de Esperanza.

Mis queridos hermanos y amigos, este es un gran ejemplo actual de los efectos de la perseverancia y la constancia en medio de las dificultades de la vida. Cuando decidimos no quedarnos a la orilla del camino llorando nuestra desventura y canalizamos todo nuestro potencial interno, Dios siempre estará a nuestro lado para abrirnos la puertas que parecen cerradas. La Perseverancia y la Fe en Dios siempre tendrán recompensa. Vamos, levantémonos, no nos lamentemos más y pensemos en cuales nuevos caminos Dios quiere abrirnos para enfrentar nuestras circunstancias y ayudar a otros que pueden estar llorando… a la orilla de ese mismo camino.

Que Dios te bendiga