Al rojo vivo
1 Juan 4:4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros...
REFLEXIÓN
Cierto día un joven estaba en el taller de un herrero, y este se mofaba del muchacho diciéndole:...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
H.02.- La era de la inocencia
El presente estudio analiza, dentro de la historia bíblica, el intervalo de tiempo ocurrido entre la creación del ser humano hasta su caída. ... |
¿De qué tamaño es tu sartén?
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
Efesios 3:20-21
Reflexión
Cuentan que un día, muy temprano, salió a pescar una persona con mucho ánimo y contento, ya que presentía que pescaría mucho.
Tenía todas las condiciones perfectas para hacer una gran pesca. Se monta en su bote, comienza a remar y no muy lejos de la orilla, lanza el ancla.
Prepara el hilo, prepara la carnada, pero antes de comenzar a pescar se pone en pie y comienza a hacer una oración a Dios dando gracias por un día tan precioso y pidiendo para ese día la pesca que Dios desee darle. Acto seguido, comienza a pescar.
Mientras él pescaba, a pocos metros de distancia había una persona observándolo con mucha atención. Esta persona notaba que cuando el pescador cogía un pez, lo medía y decía: "Este mide 15 centímetros"; lo sacaba y lo colocaba en una cesta donde acomodaría toda la pesca del día, y continuaba pescando. Luego sacaba otro pez, y haciendo lo mismo decía: "Este mide 16 cm."; lo echaba en la cesta y continuaba su pesca. El observador nota que el próximo pez que el pescador saca era bien grande, más del triple de los que había sacado anteriormente, y se sorprende cuando le oye decir: "Este mide mucho", al tiempo que lo devuelve al agua.
Este patrón fue repetido en varias ocasiones, lo cual llamó la atención de tal manera al observador, que decidido, comenzó a remar acercándose sutilmente al bote; y saludando al pescador le preguntó: -"He visto que ha tenido muy buena pesca, pero he notado que los peces bien grandes los devuelve al agua.
¿Porqué siendo tan grandes los devuelve y no hace esto con los de menor tamaño?
-El pescador contestó: " Lo que sucede es que los peces grandes no caben en mi sartén que solo mide 16 centímetros".
Mis queridos hermanos y amigos, así como este pescador, Dios sabe perfectamente lo que conviene a cada uno, por lo tanto nos da conforme a su sabiduría. En realidad solo Dios sabe cuanto mide nuestro sartén y nos da de conformidad a esa medida. Aceptemos con gozo lo que Dios nos da, Él sabe perfectamente lo que nos conviene, nosotros no.
Que Dios te bendiga