Lectura de hoy
A mi vecino
Mateo 7:12
Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced...
REFLEXIÓN
Cuenta un amigo la siguiente historia: Una noche vino un hombre a nuestra casa y me dijo:...
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Estudio Bíblico de la semana
Integridad
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El justo que camina en su integridad, serán bienaventurados sus hijos después de él. Proverbios 20:7
Reflexión
El ambiente estaba cargado de mucha tensión. Rosa Elliot llegó a la cuarta ronda del concurso nacional de ortografía en Washington. Se le había pedido a la pequeña de 11 años de Carolina del Sur que deletreara la palabra “admisión”. Ella lo hizo con su suave acento sureño, pero los jueces no fueron capaces de determinar si había pronunciado una “o” o una “a” como letra al lado de la última.
Debatieron entre sí por varios minutos mientras escuchaban las grabaciones. Sin embargo, la letra decisiva tenía su acento demasiado marcado como para descifrarla. Finalmente el jefe de los jueces le preguntó a la única persona que conocía la respuesta.
- Era una letra “a” o una “o” le preguntó a Rosa. En ese momento estando rodeada por jóvenes concursantes que murmuraban entre ellos, Rosa sabía el correcto deletreo de la palabra. Tranquilamente, sin titubear, contestó que había pronunciado mal la palabra y se fue del escenario.
Todo el auditorio se puso de pie y aplaudió, incluyendo unos cincuenta reporteros gráficos. El momento fue emocionante y lleno de orgullo para sus padres. Aun vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, se escribió más acerca de Rosa Elliot que sobre el desconocido ganador del concurso. Lo que es más, en esta lectura, hoy mismo, estamos hablando de ella.
Mis queridos hermanos y amigos, las personas que aman la verdad son revestidas de gran honor, aun cuando esta vaya en contra de ellos mismos. La lectura de hoy habla de la integridad del justo y de la dicha de sus hijos. Los hijos copian en mucho la conducta de los padres, por lo tanto, generalmente, padres íntegros producen hijos íntegros. La verdad es un valor que Jesús destacó en sus enseñanzas, tanto que Él se identificó con ella al afirmar que Él mismo era la verdad. Vivamos en la verdad porque ella glorifica a nuestro Señor.
Que Dios te bendiga
Debatieron entre sí por varios minutos mientras escuchaban las grabaciones. Sin embargo, la letra decisiva tenía su acento demasiado marcado como para descifrarla. Finalmente el jefe de los jueces le preguntó a la única persona que conocía la respuesta.
- Era una letra “a” o una “o” le preguntó a Rosa. En ese momento estando rodeada por jóvenes concursantes que murmuraban entre ellos, Rosa sabía el correcto deletreo de la palabra. Tranquilamente, sin titubear, contestó que había pronunciado mal la palabra y se fue del escenario.
Todo el auditorio se puso de pie y aplaudió, incluyendo unos cincuenta reporteros gráficos. El momento fue emocionante y lleno de orgullo para sus padres. Aun vencida era victoriosa. En efecto, con el pasar de los años, se escribió más acerca de Rosa Elliot que sobre el desconocido ganador del concurso. Lo que es más, en esta lectura, hoy mismo, estamos hablando de ella.
Mis queridos hermanos y amigos, las personas que aman la verdad son revestidas de gran honor, aun cuando esta vaya en contra de ellos mismos. La lectura de hoy habla de la integridad del justo y de la dicha de sus hijos. Los hijos copian en mucho la conducta de los padres, por lo tanto, generalmente, padres íntegros producen hijos íntegros. La verdad es un valor que Jesús destacó en sus enseñanzas, tanto que Él se identificó con ella al afirmar que Él mismo era la verdad. Vivamos en la verdad porque ella glorifica a nuestro Señor.
Que Dios te bendiga