Lectura de hoy

Como los árboles de California

1 Corintios 12:26-27

Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...

REFLEXIÓN

Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...

» Continúa     » Escuchar Audio  Escuchar Audio

Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.

Suscribete a Unanimes

Estudio Bíblico de la semana

F.06.- Comunión con Dios

Lecturas Estudio sobre nuestra comunión con Dios. ...

» Descargar     » Escuchar Audio  Estudios

Inocente

Publicación:  viernes 24 febrero 2023   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo
y se hizo semejante a los hombres.
Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Romanos 5:8
Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.
Filipenses 2:5-8 y Romanos 5:8


Reflexión

En una escuela pública, un niño hizo una travesura, manchando los papeles del pupitre del maestro con tinta.

Cuando el maestro llegó y lo descubrió, exigió a todos el nombre del culpable.

- ¡López! -gritó un chiquillo.

- ¡López, aquí! Ordenó el maestro tomando la paleta. Habían dos hermanos del mismo apellido y se adelantó el mayor, quien recibió estoicamente el fuerte y doloroso golpe.

De repente, el menor, llorando, se adelantó gritando:

- Señor maestro: ¡No le pegue más! ¡No fue él, fui yo el culpable!

El maestro dejó de golpear al mayor e intrigado pidió explicaciones:

- A ver, tú, López, el mayor: ¿Por qué te has adelantado para ser castigado sin protestar de tu inocencia? Habla.

- Porque él es más pequeño, menos fuerte y está un poquito enfermo, contestó el pequeño héroe.

El maestro, maravillado, le apretó sobre su pecho.

- Muchacho –dijo- nunca serás en tu vida más parecido a Jesús que hoy. Esto es precisamente lo que hizo Jesús por ti y por mí, recibir el castigo en nuestro lugar para que nosotros no fuéramos objetos de ese merecido castigo.

Mis queridos hermanos y amigos, cómo nos cuesta a los seres humanos entender la muerte de Jesús. Que Dios mismo se haga hombre lo aceptamos porque Él tiene ese poder; que haya vivido una vida sin pecado y nos haya dejado sus enseñanzas también lo aceptamos porque Dios es perfecto y es el perfecto maestro; pero que nos haya sustituido en el castigo que nos esperaba mostrando así Su perfecto amor, no lo aceptamos porque preferimos sentir que tenemos méritos para salvarnos de tal castigo.

Es curioso, todos creemos que somos buenos y que no necesitamos ser salvados de nada, porque nos comparamos con aquellos que consideramos malos pero ¿qué pasa cuando nos comparamos con Jesús y Su perfecta santidad? ¿Qué pasa cuando nos preguntamos como nos verá Dios? Las Escrituras dicen que no hay un solo hombre justo, ni aún uno. Eso nos coloca a todos en el castigo eterno a menos que el Dios hecho hombre, Jesús, nos rescate. Por lo tanto la humanidad grita desesperada para que la salven de sí misma, sin saber que ya Dios proveyó tal salvación en Jesús. Él ya cargó con nuestros pecados, ya pagó la sentencia y espera pacientemente a que vayamos a Él. ¿Para qué esperar?  

Que Dios te bendiga