Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
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Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
Iguales pero diferentes
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Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de una vasija, sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:14-16
Reflexión
Mucha gente se queda asombrada al conocer de dónde viene el diamante. La mayoría de diamantes naturales se forman a partir del carbón que es sometido a condiciones de presión y temperatura extremas, existentes en las profundidades del manto terrestre. Es así como el suave, opaco y débil carbón se convierte en el fuerte y brillante diamante.
Por lo tanto, el carbón y el diamante son del mismo material… de carbón. La gran diferencia es que el carbón absorbe la luz mientras que el diamante la refleja.
Mis queridos hermanos y amigos, Algunos cristianos son semejantes al carbón y algunos otros son semejantes al diamante. Al examinar sus creencias, son iguales; pero al examinar su vida, sus costumbres, su utilidad para con sus hermanos y en la sociedad... ¡no son iguales! Uno es opaco y absorbe toda la luz para sí mismo mientras que el otro es luminoso, refleja a los demás la luz que recibe.
No temamos cuando el Señor aplica la presión y la temperatura extrema a nuestras vidas, porque Él está convirtiendo a este opaco ser humano en un brillante creyente.
Que Dios te bendiga
Por lo tanto, el carbón y el diamante son del mismo material… de carbón. La gran diferencia es que el carbón absorbe la luz mientras que el diamante la refleja.
Mis queridos hermanos y amigos, Algunos cristianos son semejantes al carbón y algunos otros son semejantes al diamante. Al examinar sus creencias, son iguales; pero al examinar su vida, sus costumbres, su utilidad para con sus hermanos y en la sociedad... ¡no son iguales! Uno es opaco y absorbe toda la luz para sí mismo mientras que el otro es luminoso, refleja a los demás la luz que recibe.
No temamos cuando el Señor aplica la presión y la temperatura extrema a nuestras vidas, porque Él está convirtiendo a este opaco ser humano en un brillante creyente.
Que Dios te bendiga