Lectura de hoy
Ángel de la muerte
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...
REFLEXIÓN
En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
F.05.- El fruto del Espíritu
Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ... |
Te hice a ti
Tweet
Así como el cuerpo sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta. Santiago 2:26
Reflexión
Cuenta una mujer que en la calle vio a una niñita temblando de frió con un vestidito ligero y con poca esperanza de encontrar una comida decente. La mujer se enojó y le dijo a Dios: "¿Por qué permites esto? ¿Por qué no haces algo para remediar esto?"
Por un rato Dios no dijo nada y esa noche sintió como si Él respondiera: "Ya hice algo para remediarlo ... Te hice a ti."
Mis queridos hermanos y amigos, muchas veces culpamos a Dios por todas las cosas que pasan y no pensamos en que realmente Dios confía en nosotros para hacer de este, un mundo mejor.
El Señor no nos anula, nos permite ser parte de su creación, demostrando al mismo tiempo que tenemos la capacidad para ayudar a los demás y así ser instrumentos en Sus manos.
La próxima vez que veamos una injusticia, no digamos "¡Pobre!" o "¿Por qué Dios permite esto?", sino actuemos, pues nuestra fe se demuestra con nuestros actos.
Vamos, demostremos a otros que el Señor se acuerda de ellos... por medio de nosotros.
Que Dios te bendiga
Por un rato Dios no dijo nada y esa noche sintió como si Él respondiera: "Ya hice algo para remediarlo ... Te hice a ti."
Mis queridos hermanos y amigos, muchas veces culpamos a Dios por todas las cosas que pasan y no pensamos en que realmente Dios confía en nosotros para hacer de este, un mundo mejor.
El Señor no nos anula, nos permite ser parte de su creación, demostrando al mismo tiempo que tenemos la capacidad para ayudar a los demás y así ser instrumentos en Sus manos.
La próxima vez que veamos una injusticia, no digamos "¡Pobre!" o "¿Por qué Dios permite esto?", sino actuemos, pues nuestra fe se demuestra con nuestros actos.
Vamos, demostremos a otros que el Señor se acuerda de ellos... por medio de nosotros.
Que Dios te bendiga