Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
¿Cómo se llama la que limpia?
Tweet
Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos… Mateo 18:10
Reflexión
Cuenta una estudiante que durante su segundo semestre en la escuela de enfermería, el profesor les hizo un examen sorpresa.
Ella leyó rápidamente todas las preguntas, hasta que llegó a la última: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?"
Ella pensó que seguramente era una broma. Había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero ¿cómo iba a saber su nombre?
Entregó su examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. "Absolutamente", dijo el profesor. Cuenta doblemente.
En sus carreras ustedes conocerán muchas personas, afirmó. Todas son importantes y merecen nuestra atención, aun si solamente nos sonríen y nos dicen "Hola".
La estudiante nunca olvidó esa lección. También aprendió que su nombre era Dora.
Mis queridos hermanos y amigos, Dora y todos las personas que de una u otra forma nos sirven con entrega a su trabajo, merecen más que nuestro saludo, merecen nuestra atención, cariño y respeto. Merecen ser tomados en cuenta cuando hacemos un inventario de la gente que conocemos y apreciamos. La próxima vez que nos encontremos con una Dora brindémosle un caluroso saludo, una sonrisa cálida y llamémosla por su nombre porque detrás de ella… está el Señor.
Que Dios te bendiga
Ella leyó rápidamente todas las preguntas, hasta que llegó a la última: ¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?"
Ella pensó que seguramente era una broma. Había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero ¿cómo iba a saber su nombre?
Entregó su examen, dejando la última pregunta en blanco. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. "Absolutamente", dijo el profesor. Cuenta doblemente.
En sus carreras ustedes conocerán muchas personas, afirmó. Todas son importantes y merecen nuestra atención, aun si solamente nos sonríen y nos dicen "Hola".
La estudiante nunca olvidó esa lección. También aprendió que su nombre era Dora.
Mis queridos hermanos y amigos, Dora y todos las personas que de una u otra forma nos sirven con entrega a su trabajo, merecen más que nuestro saludo, merecen nuestra atención, cariño y respeto. Merecen ser tomados en cuenta cuando hacemos un inventario de la gente que conocemos y apreciamos. La próxima vez que nos encontremos con una Dora brindémosle un caluroso saludo, una sonrisa cálida y llamémosla por su nombre porque detrás de ella… está el Señor.
Que Dios te bendiga