Lectura de hoy
Como los árboles de California
1 Corintios 12:26-27
Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos...
REFLEXIÓN
Aunque nunca he visto los árboles Sequoia de California, conocidos como los "Redwoods", me...
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Estudio Bíblico de la semana
Guianza nocturna
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De todo mal camino contuve mis pies para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste.
¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! ¡Más que la miel a mi boca!
De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.
Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Salmos 119:101-105
Reflexión
Una mujer confesó a una amiga su confusión y duda acerca de la toma de una decisión importante. Ella profesaba creer en Dios pero no asimilaba que el apoyarse en su fe, le ayudaría a elegir su camino.
“¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto?”, preguntaba. “¿Cómo puedo creer que mi decisión será la precisa si ni siquiera veo la mañana?”
Su amiga reflexionó y por último le dijo: “Así es como lo veo. Imagínate que conduces tu automóvil en bajada por una carretera oscura de campo y no hay luces que te provean noción alguna de tu ubicación. Es un poco espeluznante. No obstante, confías en tus luces delanteras. Ahora, éstas sólo te permiten visualizar diez metros del camino frente a ti y eso te es suficiente para ver por dónde te diriges. Y mientras viajas por esa senda de apenas diez metros, los focos delanteros te muestran otros diez metros más, hasta que por fin alcanzas tu destino sana y salva”.
Comparable a ello es vivir por fe. No somos capaces de ver el mañana, la semana próxima o el año por venir, pero sabemos que Dios nos proporcionará la luz para seguir el camino.
Mis queridos hermanos y amigos, sin duda alguna la luz que Dios proporciona es Su Palabra. Siguiendo sus instrucciones encontraremos luz en nuestro camino. Es cuando nos desviamos hacia la oscuridad que tropezamos y caemos, luego regresamos a la luz y continuamos hacia nuestro destino. Jesús claramente nos indicó que viviéramos un día a la vez. Él, a través de Su Palabra, nos guiará en el viaje de nuestra vida… diez metros a la vez.
Que Dios te bendiga
“¿Cómo sé que estoy haciendo lo correcto?”, preguntaba. “¿Cómo puedo creer que mi decisión será la precisa si ni siquiera veo la mañana?”
Su amiga reflexionó y por último le dijo: “Así es como lo veo. Imagínate que conduces tu automóvil en bajada por una carretera oscura de campo y no hay luces que te provean noción alguna de tu ubicación. Es un poco espeluznante. No obstante, confías en tus luces delanteras. Ahora, éstas sólo te permiten visualizar diez metros del camino frente a ti y eso te es suficiente para ver por dónde te diriges. Y mientras viajas por esa senda de apenas diez metros, los focos delanteros te muestran otros diez metros más, hasta que por fin alcanzas tu destino sana y salva”.
Comparable a ello es vivir por fe. No somos capaces de ver el mañana, la semana próxima o el año por venir, pero sabemos que Dios nos proporcionará la luz para seguir el camino.
Mis queridos hermanos y amigos, sin duda alguna la luz que Dios proporciona es Su Palabra. Siguiendo sus instrucciones encontraremos luz en nuestro camino. Es cuando nos desviamos hacia la oscuridad que tropezamos y caemos, luego regresamos a la luz y continuamos hacia nuestro destino. Jesús claramente nos indicó que viviéramos un día a la vez. Él, a través de Su Palabra, nos guiará en el viaje de nuestra vida… diez metros a la vez.
Que Dios te bendiga