Lectura de hoy

La ley del camión de basura

Proverbios 15:1

La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor...

REFLEXIÓN

Cuenta un pasajero la siguiente historia: Me subí a un taxi rumbo a la Estación Central...

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Lecturas Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ...

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Amar la vida

Publicación:  jueves 17 diciembre 2020   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Pero entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. Mateo 20:26-28


Reflexión

Un profesor fue invitado a dar una conferencia en una base militar, y en el aeropuerto lo recibió un soldado llamado Ralph. Mientras se encaminaban a recoger el equipaje, Ralph se separó del visitante en tres ocasiones: primero para ayudar a una anciana con su maleta; luego para cargar a dos pequeños a fin de que pudieran ver el desfile y después para orientar a una persona. Cada vez regresaba con una sonrisa en el rostro.

“¿Dónde aprendió a comportarse así?”, le preguntó el profesor. “En la guerra”, contestó Ralph. Entonces le contó su experiencia en Vietnam. Allá su misión había sido limpiar campos minados. Durante ese tiempo había visto cómo varios amigos suyos, uno tras otro, encontraban una muerte prematura. “Me acostumbré a vivir un paso a la vez”, explicó. “Nunca sabía si el siguiente iba a ser el último; por eso tenía que sacar el mayor provecho posible del momento que transcurría entre alzar un pie y volver a apoyarlo en el suelo. Me parecía que cada paso era toda una vida”.

Mis queridos hermanos y amigos, nadie puede saber lo que habrá de suceder mañana. Qué triste sería el mundo si lo supiéramos. Toda la emoción de vivir se perdería, nuestra vida sería como una película que ya vimos. Ninguna sorpresa, ninguna emoción. Lo que verdaderamente se requiere es ver la vida como lo que es: una gran aventura. Al final, no importará quién ha acumulado más riqueza ni quién ha llegado más lejos. Lo único que importará es quién lo disfrutó más y disfruta más aquel que sirve a su Dios y a sus semejantes más. Ama más quien más ha servido, porque aprecia su vida y la de los demás.

Que Dios te bendiga