Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
» Continúa » Escuchar AudioReciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.
Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
El barbero
Tweet
Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí, y al que a mí viene, no lo echo fuera. Juan 6:37
Reflexión
Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba, como de costumbre. En este día entabló una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas. De pronto tocaron el tema de Dios. El barbero dijo:
- Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
- Pero, por qué dice usted eso? – pregunta el cliente.
- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O…dígame, acaso si Dios existiera, ¿habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, ¿habría sufrimiento y tanto dolor para la humanidad?. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión.
El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio.
Recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:
- ¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.
- ¿Cómo que no existen? -pregunta el barbero-. Si aquí estoy yo y soy barbero.
– No! -dijo el cliente-, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
- Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.
- Exacto! -dijo el cliente-. Ese es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria en el mundo.
Mis queridos hermanos y amigos, el Señor no rechaza a nadie. Podemos acudir a Él y entregarle nuestra vida, Él se encargará del resto.
Que Dios te bendiga
- Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.
- Pero, por qué dice usted eso? – pregunta el cliente.
- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O…dígame, acaso si Dios existiera, ¿habría tantos enfermos? ¿Habría niños abandonados? Si Dios existiera, ¿habría sufrimiento y tanto dolor para la humanidad?. Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.
El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión.
El barbero terminó su trabajo y el cliente salió del negocio.
Recién abandonaba la barbería, vio en la calle a un hombre con la barba y el cabello largo; al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba y se veía muy desarreglado. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero:
- ¿Sabe una cosa? Los barberos no existen.
- ¿Cómo que no existen? -pregunta el barbero-. Si aquí estoy yo y soy barbero.
– No! -dijo el cliente-, no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan larga como la de ese hombre que va por la calle.
- Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen hacia mi.
- Exacto! -dijo el cliente-. Ese es el punto. Dios sí existe, lo que pasa es que las personas no van hacia Él y no le buscan, por eso hay tanto dolor y miseria en el mundo.
Mis queridos hermanos y amigos, el Señor no rechaza a nadie. Podemos acudir a Él y entregarle nuestra vida, Él se encargará del resto.
Que Dios te bendiga