Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
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Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
La voluntad de Dios
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Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la
tierra. Mateo 6:9-10
Reflexión
Si todos los hombres siguiesen la voluntad de Dios esta tierra sería semejante al cielo, pero como los hombres del mundo hacen su propia voluntad, la tierra sin duda se parece más al infierno.
Hacer la voluntad de Dios es colocarse en la posición de servidor. Cuando los primeros cristianos llamaban a Jesús ¡Señor! lo hacían porque así llamaban los esclavos a sus dueños. En esos tiempos, cuando un esclavo era comprado en el mercado, pasaba a ser propiedad de su amo. Esa condición implicaba que el esclavo no tenía voluntad, que él estaba obligado a hacer la voluntad de su amo. De igual manera los cristianos debemos ser como esclavos delante del Señor. Implica que el libre albedrío que Dios nos dio, lo colocamos debajo de su voluntad, no encima.
Mis queridos hermanos y amigos, hacer la voluntad de Dios es hacer la voluntad del que todo lo sabe, todo lo ve y todo lo conoce. Del que sabe qué es lo que conviene, qué es lo que destruye y qué es lo que bendice. Sometámonos a la voluntad de Dios… esa es su voluntad.
Que Dios te bendiga
Hacer la voluntad de Dios es colocarse en la posición de servidor. Cuando los primeros cristianos llamaban a Jesús ¡Señor! lo hacían porque así llamaban los esclavos a sus dueños. En esos tiempos, cuando un esclavo era comprado en el mercado, pasaba a ser propiedad de su amo. Esa condición implicaba que el esclavo no tenía voluntad, que él estaba obligado a hacer la voluntad de su amo. De igual manera los cristianos debemos ser como esclavos delante del Señor. Implica que el libre albedrío que Dios nos dio, lo colocamos debajo de su voluntad, no encima.
Mis queridos hermanos y amigos, hacer la voluntad de Dios es hacer la voluntad del que todo lo sabe, todo lo ve y todo lo conoce. Del que sabe qué es lo que conviene, qué es lo que destruye y qué es lo que bendice. Sometámonos a la voluntad de Dios… esa es su voluntad.
Que Dios te bendiga