Lectura de hoy

Ángel de la muerte

Eclesiastés 7:14

En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...

REFLEXIÓN

En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...

» Continúa     » Escuchar Audio  Escuchar Audio

Reciba diariamente la Lectura de Hoy en su correo electrónico sin ningún compromiso.

Suscribete a Unanimes

Estudio Bíblico de la semana

F.05.- El fruto del Espíritu

Lecturas Estudio detallado del fruto del Espíritu Santo y su significado en la vida del creyente ...

» Descargar     » Escuchar Audio  Estudios

¡Hazme como Joe!

Publicación:  lunes 20 febrero 2023   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



…porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme”. Mateo 25:35-36


Reflexión

Joe era un borracho que milagrosamente se había convertido en creyente en la Misión Bowery. Antes de su conversión, se había ganado la fama de ser un sucio borracho para quien no había esperanza, era solamente una miserable existencia en el suburbio.

Pero luego de su conversión a una nueva vida con Jesús, todo cambió. Joe se transformó en la persona más atenta que la misión hubiera conocido. Joe pasaba sus días y sus noches en la misión haciendo todo lo que era necesario. No había ninguna tarea que se le solicitara, la cual él considerase indigna de hacer. Ya sea para limpiar el vómito dejado por algún alcohólico muy enfermo, o para cepillar los inodoros, después que hombres descuidados dejaran el baño hecho una inmundicia. Joe hacía lo que se le pedía con una sonrisa en sus labios y una aparente gratitud por la oportunidad de poder ayudar. Se podía contar con él para dar de comer a hombres débiles que, provenientes de la calle, entraban en la misión y para desvestir y llevar a la cama a hombres que estaban demasiado perdidos como para cuidar de sí mismos.

Una tarde, mientras el director de la misión estaba dando su mensaje evangelístico a la usual multitud de hombres hoscos y silenciosos con su cabezas gachas, hubo un hombre que levantó la mirada, vino por el pasillo hasta el frente y se arrodilló para orar, pidiéndole a Dios que le ayudase a cambiar. El borracho arrepentido no dejaba de gritar. ¡"Oh Dios! ¡Hazme igual a Joe!  ¡Hazme igual a Joe! ¡Hazme igual a Joe! ¡Hazme igual a Joe!"

El director de la misión se inclinó hacia adelante y le dijo al hombre: "Hijo, yo creo que sería mejor si orases, "Hazme igual a Jesús".

El hombre levantó la cabeza para mirar al director con una burlona expresión en su rostro y le preguntó, “¿Es Jesús igual a Joe?”

Mis queridos hermanos y amigos, hagamos como decía Francisco de Asís, “Prediquen el evangelio por doquier, y si es necesario usen palabras.” Es muy importante que la gente vea en nosotros a Jesús, y eso se logra cuando hacemos lo que Él dice. Porque es más importante lo que los demás ven que hacemos que lo que los demás oyen que decimos.

Que Dios te bendiga