Lectura de hoy

Ángel de la muerte

Eclesiastés 7:14

En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto...

REFLEXIÓN

En cierta ocasión, el amo de una viña grande mandó a uno de sus mejores criados a realizar...

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No tengas miedo

Publicación:  viernes 6 mayo 2022   |  Escuchar Audio  Escuchar Audio |  Enviar a un amigo Enviar a un amigo



Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Salmo 23:4


Reflexión

Cuenta un hombre que tiene un antiguo soplador de hojas que usa para limpiar su patio. Este soplador sacude con ruido, echa humo, emite gases irritantes y es considerado por su esposa (y probablemente por sus vecinos) sumamente ruidoso.

Sin embargo, su vieja perra es totalmente indiferente al alboroto. Cuando enciende el soplador ni siquiera levanta la cabeza y se mueve con renuencia únicamente cuando sopla hojas o polvo en dirección suya. Eso es porque la perra confía en él.

Un joven que de vez en cuando corta su césped usa un soplador similar, pero su perra no tolera al joven. Hace años, cuando era una cachorrita, el joven la molestaba con el soplador y ella nunca lo ha olvidado. Ahora bien, cuando el joven entra en el patio tienen que hacer que la perra entre en la casa, porque le gruñe y le ladra. Son las mismas circunstancias, pero las manos que usan el soplador marcan la diferencia.

Mis queridos hermanos y amigos, lo mismo sucede con nosotros. Las circunstancias atemorizantes son menos problemáticas si confiamos en las manos que las controlan. Si nuestro mundo y nuestra vida están gobernados por una fuerza desconsiderada e indiferente, tendríamos buenas razones para temer. Pero las manos que controlan nuestra vida -las manos de Dios- son sabias y compasivas. Podemos confiar en ellas a pesar de nuestras circunstancias y no tener miedo. Él nos dará lo necesario para soportar las circunstancias adversas y nosotros, como la perra de la historia, podremos seguir confiados en que de seguro… estamos en buenas manos.

Que Dios te bendiga