Lectura de hoy
Por un simple acto
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a...
REFLEXIÓN
Un Día de Acción de Gracias hace muchos años, una joven familia despertó en una situación...
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Estudio Bíblico de la semana
F.03.- La Intercesión
Estudio que se ocupa de contestar a la pregunta ¿Cómo le pido a Dios? ... |
Es más que un trabajo
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Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23
Reflexión
Un joven muchacho entró apresuradamente a una estación de servicio y le preguntó al encargado si tenía un teléfono público. El encargado asintió con la cabeza. Seguro, allí está. El muchacho introdujo algunas monedas, marcó un número y esperó la respuesta. Finalmente alguien le contestó.
Uh señor, dijo con voz profunda, ¿podría serle útil un muchacho honesto, buen trabajador, para trabajar con usted?
El encargado no pudo evitar oír la pregunta. Después de unos instantes, el muchacho dijo:
Oh, ¿usted ya tiene un muchacho joven, honesto y buen trabajador trabajando para usted? Bueno, está bien. Igualmente gracias.
Con una amplia sonrisa de oreja a oreja, cortó la comunicación y volvió a su coche, cantando eufóricamente.
Eh, permíteme un minuto, lo llamó el encargado de la estación. No pude evitar escuchar tu conversación. ¿Por qué estás tan contento? Yo pensé que el hombre te había dicho que ya tenía a alguien y no te necesitaba.
El muchacho sonrió y dijo: Bueno, verá usted, yo soy el muchacho honesto y trabajador que trabaja allí. ¡Estaba solamente controlando mi trabajo y verificando lo que mi jefe piensa de mí!
Mis queridos hermanos y amigos, para aquel que hace todas las cosas como para el Señor, siempre hay trabajo.
Que Dios te bendiga
Uh señor, dijo con voz profunda, ¿podría serle útil un muchacho honesto, buen trabajador, para trabajar con usted?
El encargado no pudo evitar oír la pregunta. Después de unos instantes, el muchacho dijo:
Oh, ¿usted ya tiene un muchacho joven, honesto y buen trabajador trabajando para usted? Bueno, está bien. Igualmente gracias.
Con una amplia sonrisa de oreja a oreja, cortó la comunicación y volvió a su coche, cantando eufóricamente.
Eh, permíteme un minuto, lo llamó el encargado de la estación. No pude evitar escuchar tu conversación. ¿Por qué estás tan contento? Yo pensé que el hombre te había dicho que ya tenía a alguien y no te necesitaba.
El muchacho sonrió y dijo: Bueno, verá usted, yo soy el muchacho honesto y trabajador que trabaja allí. ¡Estaba solamente controlando mi trabajo y verificando lo que mi jefe piensa de mí!
Mis queridos hermanos y amigos, para aquel que hace todas las cosas como para el Señor, siempre hay trabajo.
Que Dios te bendiga